Roto

Me lo dijeron. Lo presentí. Hasta ahora lo creo. Las cosas se fueron de mal en peor y llegaron al tope de lo insoportable, lo intolerable y el extremo de la enfermedad. Hasta que el techo se derrumbó sobre mí y se me cayó también el cielo, me dí cuenta. Ser y no ser a la vez, ese es peor dilema. El amor cuando es conmigo parece no sólo ser ciego, sino retrasado mental. Ruinas. El ‘te quiero’ no existe cuando es enfermo.  Quedar entre la tristeza completa y la peor rabia, hundido en la pena. Pero no quiero sonar a dramático, que silencien por favor los violines. No diré que todo lo que hice lo hice bien, pero tampoco creo que haya hecho tan mal las cosas. Trataré de pensar que sólo fue un mal sueño. Que feo valorar tanto a alguien que carece de valor para sí. Ojalá no doliera, pero duele hasta el alma. No sabía que el alma tuviera terminaciones nerviosas, pero lastima. En fin, hoy no estoy bien, nada bien. Escombros. Espero estar mejor mañana.