Archive for junio, 2011

She’s a Mistery to Me (Roy Orbison, 1989)

Era 1989, aún tenía el furor del “Rattle and Hum” de U2 (ese álbum donde el grupo irlandés se fue a las raíces del rock and roll en los Estados Unidos, y que tan criticado es actualmente como uno de los dos excesos de la banda… sin embargo, junto con el otro ‘exceso’ es de los álbumes que más me gustan) y para mí de los Traveling Wilburys (un extraño supergrupo, no el primero en su género, pero sí el más extraño). Yo estaba en la recta final de la universidad, ansiando salir de la escuela para no volver a entrar en una jamás en la vida. Los traveling Wilburys eran George Harrison (de los Beatles), Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lynne (The Electric Light Orchestra), su álbum, «Volume one» era realmente un ejercicio de libertad y de entretenimiento, originado ‘por accidente’.

Darkness falls and she
Will take me by the hand
Take me to some twilight land
Where all but love is gray
Where i can find my way
Without her as my guide

Harrison necesitaba un lado B para un sencillo de su álbum recién lanzado («Cloud nine») y de alguna manera esa necesidad de lado B desembocó en que amigos y conocidos se reunieran para hacer una canción, que fue tan buena que después se convencieron de hacer un álbum entero.

Night falls, i’m cast beneath her spell
Daylight falls, our heaven turns to hell
Am i left to burn
And burn eternally
She’s a mystery to me

Yo por entonces escribí mucho, recuerdo haber comenzado a escribir, ya conscientemente de que decía algo a través del papel por ahí de 1987 (pseudocanciones en inglés, con rimas fáciles, pero creo que con algún sentido). Por el ’89 ya escribía en español, y no sólo malas rimas y pseudo poemas o canciones sin música, sino algunas prosas extravagantes y alucinantes, con muchos juegos de palabras y con carnavales de personajes extraños y grotescos. Escribía casi a diario, en lo que tuviera a la mano. Es probable que por entonces empezara yo a tener un cuaderno especial para mis escritos, cosa que hago hasta la fecha. Por lo general un cuaderno me duraba un año, ahora un cuaderno puede durarme hasta dos años. Igual y ya se me está acabando qué decir, o de plano no quiero decir nada. Poco antes, creo que en 1986, salió una película llamada “Blue velvet”, de David Lynch, sería una película de culto, que es una mezcla de cosas idílicas de la sociedad estadounidense, mezclada con la sordidez y lo grotesco. De alguna manera esa cinta fue exitosa y resucitó la carrera de uno de los mejores cantantes de Rock and Roll que han existido (no lo digo sólo yo, aunque coincido): Roy Orbison.

She’s a mystery girl
She’s a mystery girl
She’s a mystery girl
She’s a mystery girl

Mi descubrimiento del Rock and Roll fue en casa de mi abuela materna. Tras oír a Elvis, y con una curiosidad que ahora se me hace muy extraña, escuché todos los álbumes (LPs por lo general que había en mi casa). En una funda horrible de un álbum de los Hermanos Carrión (un grupo de los sesentas en México que hacían sus covers de canciones exitosas en los EEUU) encontré un LP importado de Roy Orbison. Entonces yo oía todo lo que encontraba, así que lo escuché. Fue un impacto inmediato. Yo no sabía inglés en ese entonces (sería como 1979). Eran melodías excelentes, agradables, no entendía la letra, pero seguro decía algo bueno (yo ya conocía «16 tons» y una de Orbison me la recordó, una especie de canción de trabajo de negros llamada «Working for the man» pero con un giro medio twist -valga el accidental juego de palabras-); pero sobre todo era la voz de Orbison la que me ‘enganchó’. Durante años oí ese LP con cierta regularidad, aunque no supe qué carambas decía.

In the night of love
Words tangled in her hair
Words soon to disappear
A love so sharp it cut
Like a switchblade to my heart
Words tearing me apart

No sé de la carrera de Orbison, supongo que tuvo un gran periodo de trabajo sin fama, después de ser un gran fenómeno en los 60, no se supo mucho de él hasta «Blue velvet», en donde aparecía un viejo éxito suyo titulado «In dreams» (sí, incluído en el LP de mi madre, que se guardaba incógnitamente en una funda de los Hnos. Carrión, el porqué de éste hecho igual lo cuento en el futuro).
Gracias a la aparición de una de sus canciones en “Blue velvet” Orbison de nuevo volvió a ser famoso, sus discos se vendieron otra vez, muchos cantantes le rindieron homenaje, fue parte de los Traveling Wilburys y su tema de «Pretty woman» dio título a una película famosa que hizo le dio fama a Julia Roberts. Todo se interconecta.

She tears again my bleeding heart
I want to run, she’s pulling me apart
Fallen angel cries
Then i just melt away
She’s a mystery girl

En ese entonces a Bono (el de U2) le regalaron el álbum de la película «Blue velvet» y cuenta (esto lo leí ayer) que lo puso en el reproductor y lo dejó repitiéndose toda la noche para escucharlo mientras dormía. Cuando despertó tenía la tonada de una canción de Roy Orbison que no reconocía, pensó que era alguna incluida en el «Blue velvet», pero no era así. Era una canción nueva que de inmediato escribió. Me parece que andaba de gira con U2 y ese día al ver a su grupo, les comentó lo fantástico que era Roy Orbison y junto con The Edge (guitarrista de U2) escribieron la canción que se le había ocurrido en el sueño (sí, un caso similar de inspiración onírica como el de la famosa «Satisfaction» de los Rolling Stones). Me parece que esa noche u2 dio un concierto y todo lindo (la gira era seguramente para hacer promoción al Rattle and Hum). Lo más curioso es que al final del concierto una persona quería conocer al grupo, entrar al camerino y hablar con ellos.
Bueno, U2 no conocía a Orbison, Orbison había ido al concierto de esa banda de jóvenes de la que tanto se hablaba y quedó asombrado. Tan sorprendido que quiso conocerlos, y era precisamente él quien esperaba ver en persona a U2. Los irlandeses quedaron sorprendidos por la aparente coincidencia. La noche anterior Bono se fascina con Orbison, le escribe una canción sin conocerlo y he ahí que llega Orbison a querer conocerlos y a pedirles si tienen una canción que él pueda interpretar para el nuevo álbum que está grabando.
No creo en las coincidencias, hay una especie de plan maestro que hace que cosas como la anterior sucedan. La canción es una maravilla llamada «She’s a Mystery to me» que de alguna forma le da nombre al álbum de Orbison («Mystery girl»). Un álbum que salió cuando los Wilburys eran muy populares, U2 era muy popular y Orbison había de algún modo recuperado la fama.´El álbum salió en 1989, pocos meses después de que Orbison falleciera del corazón, creo. Fue un álbum póstumo que tuvo buena aceptación y ventas. En la grabación de la canción colabora Bono, pero no cantando, sino tocando guitarra (hace sus esfuerzos), quien quedó boquiabierto ante la voz de Orbison en vivo (porque Bono estaba en una cabina tocando su guitarra, mientras en otra cabina veía a Orbison moviendo ligeramente la boca, pero alcanzando las notas que escucharás en la canción, parecía que Orbison ni se esforzaba).
La letra, me asombró siempre, es buena y es de las típicas ambigüedades que tanto a Dylan como a Bono les sale tan bien, pues como pudiera estar hablando de una mujer, pudiera referirse a Dios o al amor (que a veces creo que son sinónimos). Esta es la versión del álbum de Orbison, U2 creo que la ha cantado algunas veces en ciertos conciertos (yo tengo uno que dieron en Italia, donde la cantan, es una canción de U2, tiene la forma, y sin embargo no lo es tanto, hay algo que siento que la hace distinta).

junio 30, 2011 at 5:48 pm Deja un comentario

Things Have changed (Bob Dylan, 2000)


Una canción favorita, reinventada, casi cada noche, pirotecnia en notas acústicas, capturada en grabación y no se hacen las cosas dos veces igual. Prevenir rutina, costumbre y oxidación. Adiós adiós, hasta lo que se quiere. Quizás sea el extremo, extremaDura blanda. No se reblandecen los corazones que son de piedra.
En sí la canción original es una maravilla, quizás soy un ciego fanático en lo que respecta a Dylan, la historia me dará la razón, aunque nunca la tenga yo. No me rebanaré orejas ni siquiera las patillas, ni reduciré mis pies para estar de moda en China. «Me solía importar, pero las cosas cambian».
Sin razón sin sentido, ¿para qué darle gusto a todos o a una sola persona? Doy argumentos y armas que se me pueden revertir, aunque haya aún gente que piensa que soy invertido. No soy homofóbico, pero hay mundos que de plano no me interesan, aunque haya quien no lo crea. Igual no pertenezco a nada, igual me he inventado mi mundo y aunque inexistente es el único para mí.
Los dramas exagerados, las palabras y las caídas son o para querer encajar o para desencajarme más, posiblemente para tener algo qué decir y que se me entienda. No soy superior, no soy cerveza, ni modelo, y sí, tienen razón si piensan que muchas veces ni yo me entiendo. No quiero que suene a algo urgente, son los movimientos de reajuste, la tierra tiembla y tira edificios, las olas destruyen poblados en las orillas, yo sólo me muevo con mis palabras.
Demasiadas palabras pero en ellas siempre está mi verdad. Que me devuelvan mis gafas oscuras, no quiero que me vuelvan a leer un alma inacabada y en constante proceso de construcción. Cuando creí llegar a América, resultó que eran las Indias, que huevo de Colón ni que hueva fina de peces. Ya no es un S.O.S.
No me digan que soy absurdo, pues quien me lo dice no conoce el mundo. Producto del ambiente o producto de NO querer ser parte dependiente del mismo. No lo sé, pero no voy por el mismo camino, e incluso dudo de ir en algún camino. Volviendo a la canción, mejorada, ritmo que impide reconocerla hasta que empieza a cantar. Por cosas así a veces siento que vale la pena seguir vivo, no me rindo. A veces me canso, pero falta, siento que falta.
Las cosas cambian a una velocidad mayor que la que puedo responder. Yo en mi mundo y el mundo girando, a veces me topo con gente que sabe lo que digo, gente gentil; pero me aferro a quien no me entiende. Sino sino nosi nose no se. Curiosidad con algunos tintes de esperanza.
Ese es mi currículum vitae, sin vitaminas y no enriquecido con Fierro. Impaciente, colérico, aferrado, ¿para qué quiero más Fierro? No hay cielo, ni infierno, todo está aquí empaquetado y revuelto en una licuadora (¿por qué crees que el mundo gira y gira?)
Sublime la letra de la canción, mezclada con un arreglo que hipnotiza y encanta, la música es el salvavidas de las tormentas y lo es la literatura, pero para asirse realmente hay amigos. cada uno es su sitio, sin jerarquía. Los organigramas son necesarios en las empresas no en mi alma.
En fin, hable mucho y aunque no dije nada en apariencia lo dije todo. No hay apuro, no hay dolor, mareo de despertar rápido. Nada está garantizado. No pido auxilio ni ayuda, ya no es momento para eso, sólo me encuentro tratando de definir en un mapa en blanco qué sigue, si es que sigue algo. No me culpen a mí, sino a esta canción que me da vueltas en la cabeza desde que desperté. Nada está definido. hay cosas que cambian sólo en apariencia, pero no lo hacen en esencia.
Al veces el escenario cambia más rápido de lo que podemos reaccionar. No hay mal que dure cien años, aunque haya mucho que pueden soportar males de 200. A veces llega el punto de «frankly my dear, I don’t give a damn», para caer en la misma historia en otro lado, con otra persona. Hay veces que jamás se vuelve a «give a damn».
Dios dice, así está escrito y así será. Y el Faraón abusó de su confianza por no querer dejar salir a Moisés. Ojalá se acaben las plagas, llamen al exterminador.

junio 29, 2011 at 4:02 pm Deja un comentario

Come Rain or Come Shine (versión de Eric Clapton con B.B. King, 2000)

Hay canciones que no llegan a figurar en las prostituidas (aunque muy de vez en cuando honestas) listas de popularidad. Así tenemos ejemplos de melodías que permanecen en el tiempo, o a las que el tiempo hace honor al no sepultarlas en el olvido, y que muchos intérpretes deciden hacer suyas (no en el sentido de plagio, sino de enamoramiento artístico… respetando derechos de autor, claro está). Tal es el caso de la canción de Harold Arden y Johnny Mercer «Come Rain or Come Shine». Originalmente escrita en 1946 como parte de un musical, seguramente del mítico Broadway, titulado «St. Louis Woman».

I’m gonna love you like nobody’s loved you,
Come rain or come shine.
High as a mountain and deep as a river,
Come rain or come shine.

La típica promesa de amor, que encanta y aturde a los que la escuchan, desde tiempos pre-bíblicos. La gente no cambia, seguimos siendo los mismos trogloditas, sólo que ahora en vez de mazos de madera de árbol caído, usamos armas bactereológicas y atómicas, o en casos más modestos pistolas automáticas; en vez de divertirnos viendo las estrellas, encendemos pantallas que absorben nuestra mente y depositan en ella huevos ideológicos para aturdirnos más y mejor. Pero también somos los mismos que con tal de un momento apasionado, donde las pieles se unan sin intermediarios de tela, prometemos perlas de divinidades celestiales, bajar el sol y una permanencia eterna con la persona que es en ese momento objeto de nuestros efímeros y urgentes intereses carnales.

Well I guess when you met me
That it was just one of those things,
But don’t you ever bet me,
‘Cause I’m gonna be true if you let me.

No importa cuántos años pasen, todos seguimos cayendo tarde o temprano en la inocencia de creer en tales promesas. Hay quienes llegan incluso a convertirlas en obras de arte, como es el caso de ésta canción. Y si a eso le sumamos que tales promesas salen de músicos y cantantes excelentes, pues ya caímos en la trampa, al menos de manera sensorial musical o artística, que a su vez es impactante porque toca fibras importantes del corazón, por descorazonado que éste se halle. Así, podemos encontrar versiones de la banda de Tommy Dorsey con Sy Oliver al micrófono, Frank Sinatra, Billie Holliday, Judy Garland, Don Henley, Dinah Shore, Dinah Washington, Bette Midler, Ella Fitzgerald, Ray Charles, Sarah Vaughan, entre muchos otros. Imagino que hay otras celebridades, y no celebridades, que no la han grabado formalmente aunque seguro la han llegado a cantar mientras se duchan.

You’re gonna love me like nobody’s loved me,
Come rain or come shine.
Happy together, unhappy together,
Won’t that be fine?

Una de mis versiones favoritas, que a su vez es de mis canciones favoritas en el álbum que la incluye, es la que interpretan juntos Eric Clapton y B.B. King, en el excelente «Riding with the King» (2000). En ese disco parece comprobarse que los rockeros añejos pueden encontrar un segundo aire, o un espacio apropiado para su avanzada edad, en el Blues (lo digo por Clapton, ya que el sr. King siempre fue cantante de blues).

Day may be cloudy or sunny,
We’re either in or we’re out of the money.
I’m with you always.
I’m with you rain or shine.

En esa versión la interpretación de Clapton tiene una parte de suavidad, más que de Blues masculino, me suena (y es una sorpresa curiosa, que no resulta desagradable) a una cantante de los 40 con la imagen de Veronica Lake (léase: me imagino que así sería la manera en que Veronica Lake o Rita Hayworth la cantarían en un club, ya saben con luces y vestido al estilo de Jessica Rabbit… ahora que lo pienso no es gratuito que haya asociado a Miss Lake con Miss Rabbit. El peinado de Rabbit está inspirado en el legendario estilo «peek-a-boo» de Lake, quien lo tuvo que cambiar en tiempos de guerra porque muchas mujeres se lo imitaron y como se trataba de mujeres trabajadoras en líneas de ensamblaje- tiempos de guerra dije- no pocas sufrieron accidentes por peinarse como Lake. Pelo atorado en la máquina. Dicen que la legendaria vampiresa fílmica de los 40 empezó a sufrir un declive en su carrera a partir de su cambio de peinado).

Veronica Lake

NOTA algo triste: Hayworth, si mal no recuerdo, terminó sus días víctima de Alzheimer (la enfermedad, no a manos de un tipo alemán que la maltrató en su vejez) y de Lake es famosa la esquizofrenia que sufrió desde muy joven y su dramático final solitario, mezcla de su salud mental y alcoholismo prolongado. ¡Ah, ese Hollywood que nos vende tantos sueños! ).

I’m with you always.
I’m with you rain or shine.

En fin yo recomendaría cualquier versión de esta canción, que es tan buena que resultaría muy difícil el hecho de que alguien le hiciera un mal cóver. Aunque la que pongo aquí es la de Clapton con BB King. Olvidemos un poco la realidad y disfrutemos esas promesas que no empobrecen, y que si uno es el autor igual hasta enriquecen. Una de las canciones frecuentes an algún momento de los jueves-viernes.

junio 28, 2011 at 8:44 am Deja un comentario

Dream Operator (Talking Heads, 1986).

Todo comienza con una tonada ensoñadora conducida, como lleva el príncipe a la princesa en medio del vals, principalmente por un piano. Como un arrullo, susurrado por las notas, siempre relacionada al sueño. Después de la introducción, que es un tanto larga, pero para mí excelente, la melodía sigue en ritmo tranquilo y dulce, la voz comienza a cantar:

When you were little
You dreamed you were big
You must have been something
A real tiny kid

Si uno la escucha en el álbum original, la canción aparece a continuación de una pieza de cuyo título una famosa banda de rock tomó su nombre («Radio Head»). Pero esta vez me refiero a «Dream operator», un tema del que no conozco ninguna leyenda de rock, pero que igual y no necesita de leyendas.

You wish you were me
I wish I was you
Now don’t you wake up
The dream will come true

Lo que me produce la canción es algo similar a la película Inception (2010, de Christopher Nolan): caer en un estado parecido al sueño, mi mente vuela, pero no a lugares geográficos o físicos, sino dentro de sí misma, a ese lugar donde está la materia prima de los sueños y empiezo a soñar. Un estado similar a la hipnósis consciente. Si alguien me preguntase qué significa la letra, yo no sabría qué responder. Puedo contar mis sueños pero no sabría explicarlos (aunque hay unos cuyo significado quisiera conocer). Lo mismo va con la canción, puedo leer la letra y literalmente no entiendo, o bien me pierdo recordando la tonada y más que un pensamiento experimento un sentimiento.

Every dream has a name
And names tell your story
This song is your dream
You’re the dream operator

La canción se incluye en el álbum «True Stories» de Talking Heads, lanzado en 1986, el cual a su vez está conformado por canciones originalmente incluidas en el experimento cinematográfico de David Byrne (líder de los Talking heads). La película «True Stories» es, de acuerdo a Byrne, «un proyecto con canciones basadas en histrorias verdaderas que aparecieron en tabloides sensacionalistas. Es como ver 60 Minutos en ácido.» De nuevo los sueños rondan esta realidad que igual es un sueño (como dicen que sospechaba Calderón de la Barca).

It’s bigger than life
You know it’s all me
My face is a book
But it’s not what it seems

True Stories (1986)

La película es extraña, pero dentro de su rareza tiene mucho de profético (la importancia que las computadoras tendrían en el futuro, la gente desesperada en busca de amor, lo enajenante de los medios de comunicación, el mencionar que los centros comerciales sustituirían a lo que antes eran los centros de los poblados -la gente se reune en el centro comercial, y vive allí su lado social, comprando, comprando-. La canción «Dream operator» de hecho es interpretada durante un desfile de modas en un centro comercial.

Three angels above
The whole human race
They dream us to life
They dream me a face

Hablo de la canción porque hace años que no la escuchaba. Ni siquiera la recordaba, y ahora que estoy retomando viejos álbumes la canción salió el sábado pasado a sorprenderme y a noquearme, como muñequito de caja de sorpresa con nembutal. Del álbum recuerdo generalmente muchas otras canciones, pero ésta la tenía bien guardada en un rincón de mi mente.

And every dream tells it all
And this dream is your story
You dreamed me a heart
You’re the dream operator

Creo que mucho de lo que fue True Stories inició lo que años después sería el ZOOTV de U2. Todo el consumismo, la enajenación por los medios, las religiones electrónicas, de las que tanto habló U2 a inicios de la década de 1990, me parece que tiene un punto de partida en este trabajo de David Byrne.

Shake-it-up dream
Hi-di-ho dream
Fix-it-up dream
Look at me dream
I’ve been waiting so long
Now I am your dream

Fue ese álbum de 1986 el que más me hizo conocer a la banda de Talking heads. Videos como Love for Sale y el de Wild Wild Life, aparecían constantemente en MTV. Críticas del consumism, esas canciones se convirtieron en artículos de consumo. Ahora esos tiempos suenan tan lejanos, aunque no me lo parezcan. Supongo que ese es síntoma de que uno envejece, sentir cercanas en el tiempo cosas que ocurrieron hace treinta años.

Hard to forget
Hard to go on
When you fall asleep
You’re out on your own

Debe ser como el amor. Si alguien me hubiera preguntado sobre esta canción la semana pasada, es probable que no la recordara. Pero escucharla otra vez fue como volver a caer en su encanto. Puede no ser de mis canciones favoritas de todos los tiempos, pero como Mowgli con Ka, yo caigo en trance con ella.

Let go of your life
Grab on to my hand
Here in the clouds
Where we’ll understand

Es curioso también que ésta canción me haya hecho querer escribir acerca de ella. Igual no es gran cosa lo que escribo, pero siempre se agradece la llegada de la inspiración, aunque el producto sea insignificante.

And you dreamed it all
And this is your story
Do you know who you are?
You’re the dream operator

Bueno, veamos si hay pronto otra canción que me provoque lo mismo.

And you dreamed it all
And this is your story
Do you know who you are?
You’re the dream operator

junio 27, 2011 at 6:29 pm 1 comentario

Quiero ser como tú… en Los Lobos

Sábado de trabajo. Así fue hoy. Pero también de descubrir una versión que no conocía de una de mis canciones favoritas de Disney. Con ritmo medio chicano (¿qué esperaba si era versión de los Lobos?). Va la canción del mono que quiere ser hombre y tener el ‘secreto de ese rojo fuego’, como si eso bastara para saltar a otro peldaño de especie. Suena tan imposible como el hecho de que un hada madrina (no mi hada, sino seca y sólo un hada) se me apareciera para convertirme un un ‘niño de verdad’. . Bueno… Mowgli a ritmo del East LA.

junio 18, 2011 at 12:13 pm Deja un comentario

Si mi DVD no estuviera descompuesto

Si mi DVD no estuviera descompuesto ahora me estaría dando una buena dosis de inception. creo que me caería bien esa película en un estado de ensueño y realidad que me envuelve estos días. De recuperación quizá preparacíón para ir a otro lado. No sé, igual ando pirado, peso sí vería la película. A falta de dvd, pues me contentaré con el video.

junio 7, 2011 at 8:21 pm Deja un comentario

Para qué

Para qué darle valor al tiempo, si es regalado. Para qué quejarse de perder, lo que nos es dado. Para qué jugar la capa del redentor esperando pagar las deudas, si él pagó por todos antes de partir. Para qué hablarte cuando me interesa más un comino que los caminos verbales que salen de tus labios. Para qué respirar cuando no se aspira a nada. Para qué buscar al abogado, cuando el caso está extraviado en un laberinto que huele a cuadril. Para qué invernat leyes que terminaremos haciendo pedazos o tratando de burlar. Para qué limpiar la casa, si se ensuciará de nuevo. Para qué tender la cama si ni eso entendemos. Para qué escribir si al final también seré olvidado, como lo serás tú y cualquier otro más. Para qué acumular si al final nada te llevas. Para qué nacer si desde entonces estás muriendo.

junio 4, 2011 at 5:01 pm Deja un comentario

Estómago

El recuerdo añejo de aquella lectura de la palma sigue pendiendo como espada de damocles sobre mi cuero cabelludo craneal. Tres días con el estómago revuelto y sintiéndome mal. No es cólera, porque estoy de buen humor, simplemente hay algo que no funciona por allí. Si dicen que de eso me puedo morir, pues que así sea, pero no que dure tanto. Así uno se va diluyendo poco a poco, formando parte de ese budista «no ser» , en el gran canal. Recuerod un poema escatológico que no diré. Ahora me pregunto si lo que me pasa no será un envenenamiento de modernidad en mis tripas antiguas. Demasiada comida rápida comida rápidamente. Demasiados alimentos artificiales y algo de sobrepeso remarcado. Demasiados programas de TV y permanecer frente a la computadora desordenadora. No sé, posiblemente a la gente de mi generación, y a todos los que vienen después, se les ha transformado la lectura de palmas para decir lo mismo: «tenga cuidado con su estómago, porque de eso se puede morir». Y dejo esto para ir a uno de los lugares a los que nadie puede ir en representación mía.

junio 3, 2011 at 8:36 am Deja un comentario


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