Archive for julio, 2010

“La razón del amor es que carece de razón”

Kamikaze a pique. “La razón del amor es que carece de razón”. No pienses, porque sino estarás frito y perdido a la vez. Sólo fíjate si duele. Si es mucho el dolor apártate, pide bajar en la próxima estación y aborda otro tren, el que sea que te lleve lejos de allí. No es de valientes permanecer donde todo lastima, a menos que seas el faquir que inspira lástimas. Si la balanza se inclina más a lo turbio que a lo claro, quizá es tiempo de claudicar. Si hiciste todo lo que pudiste y como Flynn moriste con las botas puestas, haz mover tus despojos de allí antes de que sea insoportable la pestilencia. Cuando las cosas llegan a su peor punto y, estúpidamente, se sigue intentando, se puede llegar a una extraña indiferencia rencorosa. Lo que se ha marchitado de raíz ya no retoña de nuevo. Pocos amores resucitan como Lázaro, y al final para qué, si de todos modos morirán.

julio 30, 2010 at 8:08 am Deja un comentario

Sueño (el hotel de las vegas que terminó en cancún)

Estaba en un hotel de las vegas. Era viejo, muy viejo (que de hecho por la arquitectura clásica parecería más de nueva york que de las vegas). Era viejo y muy elegante. No sé qué rayos hacía allí. Habie un salón donde unos tipos jugaban cartas, allí estaba yo, pero no jugaba. Gruesas cortinas impedían la entrada del sol. Los fulanos eran como padrinos ancianos de la mafia arcaica. Me aburría y me iba de allí. Escuchaba decir que iban a tener un hotel como ese mismo en cancún. Salía de ese salón viciado y me metía en el elevador. Era muy grande, como de seis metros por dos. La luz indirecta y los tonos amarilentos, decadencia y antiguedad, acorde al hotel. El elevadorista era un tipo encorvado de unos 80 años que vestía un saco de terciopelo negro y de botones dorados (como de bell boy de hotel, pero sin sombrerito de mico). Y habia una señora gorda y su marido. Como de 40 y tantos años. El tipo lucía cansado y la señora era una parlanchina, tenía un sombrero como con flores y del sombrero estaba un colibr´pi disecado simulando volar, pero estaba unido al sombrero con un alambre. YO no recordaba el piso donde estaba mi habitación, pero de repente lo recordé. No quise decírselo al elevadorista (no sé si me daba repulsión hablar con él o algo así, o pena, o no quería molestarlo, eso no lo recuerdo, sólo no quería hablar con él) y me fui al fondo del elevador a apretar el botón de mi piso (era el 16). Pero el botón sólo parpadeaba, no se prendía y yo asumía que el elevador tenía deshabilitados esos botones, así que me di la vuelta para pedirle al elevadorista que me llevara al piso 16. Pero ya no había nadie en el elevador. En vez del anciano elevadorista había una gran palanca negra metálica que salía del suelo, y que en la punta tenía un botón. Deduje que con esa palanca se controlaba el elevador que subía y subía sin detenerse. Jalé la palanca y calculé el piso 16 (no me preguntes cómo, era un sueño, ¿ok?). De repente el elevador comenzó a bajar vertiginosamente, tan rapido que yo empecé a flotar o a volar. Pensé que al llegar al final el elevador se destrozaría y yo me preguntaba si yo, como estaba volando dentro, me salvaría del destrozo pues no estaba tocando nada del elevador. Pero no, el elevador se detuvo en un lugar intermedio entre el piso 15 y el 16 supuestamente. Se abrió la puerta y salí a un lugar como descanso de donde partían unas escaleras para arriba (supongo que al piso 16) y otras escaleras para abajo (supongo que al piso 15). En el descanso había dos mozas de hotel con uniformes rosas, morenas como indocumentadas de película y estaban conversando mientras fumaban, descansando en sus escobas. Me miraban pero no les preguntaba nada (sentí lo mismo que con el elevadorista), y me fui escaleras abajo. Y vi varias peurtas en un pasillo. El pasillo era color arena y las puertas gruesas, viejas y blancas, al lado de cada una había una placa diminuta con el número de la habitación. Veía «2154», «3476» y «1534». «Ah sí», me dije, «es el piso 15, debo ir para arriba». Y subía, pero en el descanso ya no estaban las mozas y había un gran ventanal que daba al mar. Salí por la ventana y estaba en una playa del caribe llena de gente. Había varias estructuras (como elevadores para estacionar autos) a lo largo de la playa, cada ‘cajón’ correspóndía a una habitación. Yo busqué el mío (el 16) porque allí me encontraría con alguien [un interés sentimental de mi vida real)], cuando llegué y subí al cajón 16, estaba ocupado por tres conocidas mías [una de ellas otro interés sentimental de mi vida real] y yo les preguntaba que qué hacían allí, ellas se rieron y yo pensando que pornto llegaría la mujer con quien me había quedado de ver y que no le gustaría ver allí a las otras, salté del cajón y me fui a la orilla del mar. Allá abajo me senté en la arena, había muchos turistas, mujeres tomando el sol, niños jugando y tipos caminando. En eso, un Volkswagen sedán blanco y viejo (era como modelo 67), pasó ante nosotros flotando en el agua, esquivando las cabezas de la gente que nadaba. Era conducido por un hombre viejo, de pelo blanco, barba de chivo y boina gris. Yo me rpeguntaba cómo era posible que el auto flotara. El tipo iba rápido y se desvió hacia la arena, sin bajar la velocidad y esquivando a la gente que estaba tendida o caminando por la playa. De la dirección de donde venía el auto, que era la dirección hacia donde estaba el hotel, variuos tipos malencarados y con facha criminal, venían en grupo persiguiendo desde la playa al volkswagen. El sedán en una curva por esquivar a una chica tendida en la arena se volcó. Los fulanos malencarados pronto llegaron al sedán y violentamiente sacaron del auto al viejo con barbas de chivo. El viejo se veía decente, era flaco y algo elegante, pero estaba aterrado. Lo arrastraron hasta llegar atrás donde yo estaba y etsban dispuestos a darle una paliza. Yo estaba tratando de pensar cómo hacerle para ayudar al viejo. En ese momento llegó una mujer morena, joven y muy guapa, les gritó a los pelafustanes algo y sacó una pistola plateada que brillaba mucho, metálica y cromada. Ella no apuntaba a ningún lugar, temblaba mucho su mano, pero enérgicamente gritó y los demás la obedecieron. Entra tanta tembladera de su mano, la pistola me apuntó varias veces a mí, así que comencé a escabullirle con rumbo al hotel. Lo último que vi es que la joven morena ordenaba autoritariamente a los tipos que soltaran al hombre de la barba de chivo. Y entonces desperté.

julio 30, 2010 at 7:40 am Deja un comentario

Pulpo profeta

Apasionado futbolero. Añorante de la madre patria. Mexicano por accidente (según él, aunque el único accidente fue un descuido nocturno de su madre). Guadalupano hasta la médula. Rezaba no porque ganara la selección mexicana (como correspondía a su acta de nacimiento y a su pasaporte), sino que ahora sí, en 2010, ganara su -por parte de madre- selección española. Todo fue bien, hasta que leyó los pronósticos de un pulpo. El mentado pulpo desde un acuario alemán, pronosticó la llega da de España a la final de la copa. El fanático estaba feliz, porque la profecía se cumplió. Aunque su lado católico, que a pesar de ser apostólico gustaba de hacer apuestas, empezó a sospechar del hecho que un animal predijera cosas. Hasta ese día, el ‘octotentaculario’ bicho había predicho seis encuentros del mundial futbolero. Eso no sonaba sano ni correcto. Obra de Satanás sin duda o al menos eso pensó el mexicano con aspiraciones españolas. Por el bien de la verdad, y de la santa madre Iglesia, el tipo tomó el dinero del fondo del retiro de su progenitora natural y compró un boleto al viejo continente, para llegar antes de que el pulpo predijera el final del encuentro de España y Holanda. El bípedo personaje llegó hasta el acuario de Oberhausen, se acercó a la pecera del pulpo Paul y gritando «¡Viva Ezpaña!», como franquista apasionado contra Franco, le dio un franco golpe al vidrio. El agua se desbordó, el pulpo fluyó también al piso. Los guardias que custodiaban al profeta de ocho brazos, recogieron a la gelatinosa víctima y lo llevaron a otra pecera para cuidado intensivo. El mexicano con ansias españolas fue apresado de inmediato y salió en las noticias de todos los medios. No faltaron las multitudes que lo apoyaron, una vez que dio sus motivos. Obtuvo sus cinco minutos de fama en internet y redes sociales (que curiosamente están plagadas de antisociales) y ahora, mientras esperamos el vaticinio del recuperado pulpo para la final, el fanático religioso del balompié está por firmar un contrato para que lleven al cine su proeza. El equilibrio del desequilibrado mundo no fue alterado.

julio 8, 2010 at 4:13 pm Deja un comentario

crack

Hay muchas maneras de romper credibilidades y confianzas: pedir perdón por una falta que se cometerá de nuevo antes de que la disculpa terminde de ser formulada, proponer algo que se violará en la primera instancia. Regresar y regresar al mismo lugar ya más por vicio que por cariño. No se dicen mentiras, simplemente se carece de la fuera o de la voluntad para sostener las verdades. Hay cosas que funciona y cosas que no. EL problema es identificar bien unas de otras. La codependencia, destrucción de todo, suele ser diagnosticada cuando es un cpancer incurable y ya absolutamente mortal. Jamás pensé que me pasaría a mí (y lo dudo). Lo vi en tantas otras personas, pero no eran mares para mi nave. Y ahora estoy a pique, con el agua al cuello, ojalá tenga razón y el romanticismo en el que siempre he creíso sea posible. Ojalá logre quitarme esa mugrienta capa de lodo de realidad y de practicidad, de conveniencia y aquiescencia. Si no lo logro, espero morir en el intento y estar de nuevo en un punto que me sea sino adecuado, soportable.

julio 7, 2010 at 6:17 pm Deja un comentario

¿Por qué no se atragantó con la manzana?

A ganar el pan con el sudor de las monedas. Todos pagando la factura del padre Adán Tragamanzanas, imagino que esa historia fue creada para poder culpar a alguien. El trabajo dignifica, y hay trabajos indignos. Si no fuera por que es la manera legal de subsistir, casi nadie trabajaría. La gente suele robarle minutos al reloj laboral, la jornada es pesada, y muchos sólo esperan la hora de salida. Quizá se deba a que ser trabajador u obrero (aunque sea de cuello blanco o de camiseta cómoda) se siente al final como ser sólo un engrane que le da de comer al que está hasta arriba del organigrama. Hormigas que trabajan, muchas pensando en un futuro que en lo absoluto estará garantizado. Y los diez primeros de la Forbes también morirán algún día. A veces todo se siente tan absurdo, pero la corriente es tan fuerte. No hay peor pobreza que aquella que sigue a la abundancia.

julio 6, 2010 at 7:35 am Deja un comentario

» «

Insistí y sigo insistiendo en el hecho de poner en palabras lo que más quiero o lo que más admiro. Quizá Nietzche tenía razón con eso de que «sólo podemos nombrar aquello que ya no nos importa», pero yo sigo necio, tratando de llevarle la contraria. Tratando de encontrar la frase exacta de mi admiración y de mi afecto. Me choca cuando las palabras y las acciones parecen contradictorias, y conmigo aparentemente han parecido opuestas. Pero en lo que a mí respecta pudiera no ser exacto en lo que digo, pero cuando hablo en serio digo la verdad, y aún así por ego, vanidad o por venganza he mentido. La credibilidad se me ha caído, no hay en Roma o en Grecia una ruina mejor conservada que mi credibilidad. Y sin embargo, los planetas se mueven y yo sigo hablando, y me afano en la reconstrucción, al menos hasta que vuelve a atacar la tormenta. Después del cuento debo seguir el ejemplo de las 1001 noches y posiblemente deba callar discretamente. Aunque ya digo pocas cosas nuevas, hay enlatadas muchas más palabras. Esa buscada reinvención ya no se me da. Debí haber ya cumplido el tiempo de caducidad, y expiro aunque respiro. Pero no puedo dejar de intentarlo, no puedo arrojar la toalla al ring y dejar de hacer lo que creo necesario por mejorar las cosas que necesitan ajuste. La pasividad contemplativa monacal no se me da bien. Aunque veces la acción y la iniciativa tampoco. Al final lo único que sé, es lo mismo que presumía Sócrates: nada. Libro en blanco.

julio 5, 2010 at 7:16 am Deja un comentario


Mobtomas en Facebook

Creative commons

Licencia de Creative Commons
Mobtomas by Mobtomas is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Based on a work at srtaelania.wordpress.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://srtaelania.wordpress.com/.

Únete a otros 3 suscriptores

Archivos

Sitemeter