Zombie

Entre el sonambulismo y el exceso de realidad. Demasiado poco sueño y carencia de mucho descanso. Al menos del necesario. Extralimitado de la s fronteras del egoísmo, ya sospechaba que pesaba tanto pensar en los demás. No me quejo, no me alegro, así es la vida, a veces abajo, otras de subida. Tampoco es que sea mala persona, siento buen apoyo y afecto, simplemente quisiera dejar de ser extremista, y pensar sin pensar, que el mundo sólo es blanco o negro. En esta perpetua despedida, que culmirará un día.

Pragmático

Tal como lo Baticiné bacinícamente en el vaticano (santas predicciones Batman). Nostragamus. Olvidé que´carajos quiere decir «pragmático».

pragmatismo y reumatismo

Supercalifragilísticorimbombate miércoles sin mierda. conocí el significado de la palabra «pragmático» por centésima vez en la vida y de nuevo seguro la olvido hasta la próxima consulta al diccionario. todo porque soñé que les decía a los de ésta oficina que su pragmatismo es de una insondable autosatisfacción manual. era un sueño con muchos tintes de realismo. No sé qué signifique eso en el misterioso y poco fiable mundo de la interpretación de los sueños. tengo un sueño pesado y cansancio a deshoras. deshilachadamente trabajo en piloto automático. NECESITO VACACIONES. creatividad al caño. CD esperado decepcionante (no debí esperar nada, pero uno no aprende). leyendo más de grioegos y romanos quizás (si es que existen y los puedo conseguir) siguen escritos de Dempóstenes, pero no el de Don Gato. seguir seguir ganando el pan con el sudor de la frente, que las axilas no cuentan quizá porque no sea agradable al olfato su respectivo sudor. de lo pragmático a lo escatológico. siempre.

Música empolvada

Hay veces en que no sé cómo las cosas llegan a mí (sinceramente a veces tampoco sé cómo se van). Ayer en esa ociosidad moderna (que es asesinar el tiempo en la computadora) estaba navegando por youtube. Para buena fortuna caí con un las canciones de unos músicos de hace mucho tiempo, cuando entonces igual ni sieuiera se había inventado el agua caliente. El Blues. Esa música de esclavos, cultura pura de los EEUU (lo siento, James Cameron no entra en el rubro de puro, igual de cultura sí). Quizás me gusta porque sean puras quejas y a veces pareciera que sólo me quejo. Desde la tristeza de su situación, los pesares del amor no correspondido, pasando por la involuntaria crítica social. Realmente me pasé bastante tiempo escuchando a los Mississipi (ss pp sss ss sss sss) Sheiks. Música que ya sólo escuchamos por accidente en estaciones ‘culturales’ o arqueológicas, o en películas ‘de época’. Botones de muestra…

He calls that religion
http://www.youtube.com/watch?v=ukHC4lXRohA&feature=related

Sittin’ on top of the world
http://www.youtube.com/watch?v=RqeW7-tmVU4
(but now she’s gone and I don’t worry…)

Fingerin’ with your fingers (instrumental)
http://www.youtube.com/watch?v=Ww3h43RZJnQ&feature=related

Después de la sesión de Blues me dieron ganas de escuchar alguna de las canciones que cantaba mi abuela. Me pregunto dónde podré conseguir esas grabaciones. Ayer la única que encontré es Amor y Odio, de esas canciones viejas, cantada por un comediante (Tin Tán), pero esas eran las canciones que me gustaron de muy pequeño.

Amor y odio
http://www.youtube.com/watch?v=ONjpclT-np0
(… y siento que juntos, amor y desprecio, se agitan muy dentro de mi corazón…)

De ahí me acordé de otra…
El hijo pródigo
http://www.youtube.com/watch?v=BCKuirSVaw0&NR=1
(…a los 15 años me fui, a los 20 años volví.. no encontré padre ni madre, ay desgraciado de mí…)

No es que me guste lo viejo, pero me gusta el encanto de lo antiguo.

Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

Lawrence Talbot. De nuevo la tragedia. «Even a man who is pure in heart and says his prayers by night may become a wolf when the wolfbane blooms, and the autumn moon is bright». Me gustan las películas originales (definitivamente el Hombre Lobo Vs. Frankenstein es mi favorita). Parece que gente que le tiene ese mismo cariño a las viejas películas (Benicio del Toro entre ellos) ha decidido hacer un buen homenaje. Ya sé que mucha gente saldrá del cine con el típico «no me gustó, esperaba otra cosa», tal como sucedió con Sherlock Holmes. Bueno, creo que demasiado Avatar y Star Wars terminan por imponer otros puntos de vista. Pero bueno a cada quién lo suyo y a mí que me dejen con lo mío. Nunca en Domingo.

No es arte, simplemente diversión. Así es la vida, dispersarse en una sala oscura y ver historias. Vivir otras vidas y escapar un rato. Luna llena de nuevo, el viejo Hollywood vuelve a asomarse. Muerte y el viejo juego del suicidio que no se concreta. Filantropía no tiene nada que ver con las tormpas de falopio ni con la licantropía. Rimbaud y más luna llena. Ay Maleva ¿para qué me salvas si saves que así me pierdo». Farola Farolí. Los gitanos desfilan en tus pesadillas. Casi 70 años después se rescata la historia.
Turn on tune in and dropout… let’s go fo a ride. In summertime colder as a stone.

Fe

La fe mueve montañas, encumbra religiones y hace que puedas creer mentiras. La fe altera tu memoria y borra infiernos donde casi nunca hubo paraisos. Es una necesidad. Sin fe más de la mitad del mundo se pegaría sendos tiros en las sienes, mientras el resto sólo se quedría en sus casas dejándose morir. La fe te transforma para bien o para mal, aunque por lo general en lo segundo, y a veces tarda en hacerlo menos de una hora. Ella permitió que estuviéramos cerca y ahora es la que nos mantiene lejos. La fe sólo requiere de un corazón dispuesto, el templo es un lujo de más. Hay veces que la fe me deja sintiéndo menos.

predicador

Fin

Ese destrozo. La tormenta que nos dejó vacíos, aunque ya muy volcados estábamos para entonces. Sin crédito y sin credibilidad. Imposible intercabio de palabras. El final. El rencor pesaba más que el pasado, los límites habían sido todo cruzados. ¿Por qué si es lo mejor, se siente uno tan mal? Al fin nos comprendimos, se necesitó para ello más odio que cariño. El lastre de abusos fue demasiado. Hundimiento hasta el fonde del mar. El final. Golpes de todo tipo, los más dolorosos fueron aquellos que se llevan dentro. Los corazónes permanecieron mucho en el suelo. Sin funeral, pero se lleva el duelo. Las disculpas y perdones estaban demasiado desbordados como para ser aceptados. Las caras dobles cobraron factura. El final. El mundo ahora me asusta, eché a perder mi gran conexiónAhora floto en una soledad abrumadora. No es autocompasión, simplemente un abismal arrepentimiento.

culpa

Aquí no hay nadie. Palabras que nadie lee. Sin embargo escribo. Es probable que sea para mí. Es una bitácora real, perosnal. No es bueno estar perdido, peor es estar extraviado en uno mismo. Jeckyl y Hyde… y el monstruo desatado siempre quiere quedarse más tiempo. ¿Por qué solemos lastimar a quien más queremos e incluso nos ensañamos con quien más nos quiere? La historia no es poco común, se repite a cada rato y se hace canción. Es muy común, pero no pensé que alguna vez me tocaría vivirla. Fue como si cada vez que se quiere hacer contacto se hacía corto circuito de alta tensión. Se habla una cosa y se hace otra. Los personajes se ponen su peor máscara y de allí la realidad se convierte en mascarada. La transformación no requiere de luna llena, basta con una gotita de rencor. Así hasta que el perdón es inalcanzable. Cuando todo acaba queda esa maldita culpa que por misteriosas razones y exceso de ego se hizo grande. ¿Se pudo evitar? Tristeza.

Two faces – Bruce Springsteen

«Ésta es mi película»

«Luces, cámara e inacción»… La película era suya, dirección y producción. Experimental porque se escribía sobre la marcha. Esas cosas raras de los 60 revividas 40 años después. «Es mi película, así que harás lo que diga». El resto del mundo eran los personajes secundarios y toda geografía el escenario. Monigotes entraban y salían, locaciones extravagantes, viajes desperdiciados. El guión sólo se improvisaba con el humor que tuviera ese día. A veces era un drama, otras una comedia, las más de las veces era nada y todo pareció ser una montaña rusa sin sentido y que inspiraba náuseas. «Corte, se repite». Va de nuevo, la escena que no salía, y que cada vez que se repetía era peor. Se ensayaba al parecer sobre la marcha. Los extras desfilaban, y los protagónicos perdían fuerza, se quedaban por ese amor al arte, ya mentado, pero el cansancio fue alimentándoles el desamor. Los personajes se confundían, la víctima se mezclaba con la personalidad del verdugo y la verdura era más roca que fruta. «¡Aghhhh!», era el grito de frustración. No hubo reemplazos mientras estuvo vigente el tácito contrato que nadie firmó. Todo había sido por amor. Ningún estudio quiso dar apoyo tras ver el fracaso asegurado y el abismo sin fondo en que se metió el último patrocinador que se ambaucó en el proyecto. «Corte y queda», era la orden que menos se escuchaba durante la filmación. Todos envejecieron y abandonaron el sueño. El resultado fueron kilómetros y kilómetros de pietaje enlatado en alguna bodega perdida. No hubo estreno ni alfombra roja, mucho menos osos en Berlín, palmas en Cannes y Oscars en Hollywood. El orgullo se perdió.

De exilios, el hogar y otras cosas

El exilio era junto con la pena de muerte el mayor castigo en la antigua Grecia. Ser alejado del hogar, de la tierra de los ancestros, de la religión y de la ciudad era en realidad morir. Eso explica por qué Sócrates optó por beber su coctel de cicuta on the rocks. El exiliado añora, extraña el hogar. Tiene la aparente libertad de vagar por el mundo indefinidamente pero tiene prohibido regresar a casa. Mira, tómate más de tres semanas de viajes intensos, si quieres que sea a lugares impresionantes, y de todos modos empezarás a comprender el infierno del exiliado. El repatriado, o expatriado, por otro lado, tiene por lo general motivos meramente voluntarios, no es un exiliado, pues pude volver a casa casi cuando quiera, si se va es porque quiere o porque así lo dictan sus intereses (incluyendo los bancarios). Su problema pudiera ser que no quiere volver a casa, que no le interesa estar en casa, y hace de otro lugar, su propia casa (sin ambargo siempre tendrá la imagen poética del lugar de origen). Yo me fui, regresé, y ahora lamento en gran parte mi regreso. Ahora me redescubro en el sentido de que no soy exiliado porque juro que no tengo hogar, ese concepto me ha eludido siempre, o al menos desde mi infancia tardía, no me siento bien en ningún sitio y siento, como titula Kundera a una gran novela suya, que la vida está en otra parte. Todo lugar, y prácticamente cualquier persona, tenrmian por cansarme, o en el segundo caso yo les canso a ellos. El punto es que no importa dónde me encuentre, siempre siento lo mismo. Me siento ajeno y termino como asfixiado. Si estoy en un lugar extraño y nuevo, una vez que se me pasa la emoción primera del descubrimiento, y se diluye la inseguridad, me ataca la nostalgia de mi lugar de origen o del lugar que dejé antes de llegar al nuevo sitio. Si cometo el error de regresar, me topo conque jamás debí hacerlo, que mi sentimiento de desubicación, de no pertenencia es peor que el que sentía en aquellos lugares supuestamente tan ajenos. Sinceramente no sé, si lo que requiero es mudarme de planeta, mudarme de cabeza o unirme (sin querer blasfemar ni expresar deliros de grandeza) a la frase esa que dice que mi reino no es de este mundo. No es agradable vivir el extravío constante, sentirse exiliado existencial y no tener nada a lo que pueda llamar hogar.