Blues

Blues. Al rojo vivo. Cielo gris. Hoja en blanco. Blues. Habitación vacía. Rencor repleto. Y sólo se incrementen los desintereses. Cómo me gustaría que lloviera. Blues. Cada quien en su necedad. Palabras regadas. Flores secas. Regalos devueltos. Blues. Queríamos ser estrellas. Lo fuimos. Terminamos siendo efímeras cerillas. Y sin embargo… nos movimos. Blues. Arde. Duele. Enfurece y entristece. Blues. No hay guitarra. No hay puente. No hay nada.

Fin de la línea y renuncia al circo

Tiempo de apearse, aprece que ya no hay más estaciones y van a limpiar el tren. El circo seguirá dando funciones, pero sin mí. Ni pinche falta que le hago. No quiero ser ni el domador ni la fiera domada, no quiero ser el payaso ni el amarrado. Renuncio a ser el blanco de dagas y a arrojarlas. No más trapecio ni cuerda floja, que otros se rompan la madre o que lo hagan con una vocación que obviamente yo no tengo (aunque tardé muchísimo en aceptarlo). Culparía a la adivina gitana de la bola del cristal opaco y a sus jodidos presagios, pero no. No se culpe a nadie de mi suerte.

Tubí or notubí

Qué Hércules ni que nada, sus doce trabajos se quedan enanos ante la rutina (ésto significa «todos los días»). Que el reporte, que el recorte, que la comida y la salida (que casi nunca llega a tiempo). Y esto es vivir. Jodidos jadeantes, con el capataz hilarante. Nos quedan las fugas artificiales, los recorridos en grupos, hacerle al turista con varios ancianos ansiosos y los deportes extremos empaquetados. Los reality y talk shows. Una big mac existencial. Pero eso sí, todos sienten que vivieron al máximo y se lamentan de haber dormido tanto. Ratoncitos en un laberinto con reloj en las paredes (manecillas del ratón Miguelito). Hilvanando cosas desdichadas o deshilachadas. Mal como el tamal. ¿O será bien como el también? Sepa cuál es la cuestión. Homelete.

Cuando no hay final feliz…

Cuando no hay final feliz, se aspira a… a la coca, a un mejor aire, a la venganza o al olvido. Pero creo que una de las cosas a las que aspira más gente cuando las cosas no resultan como se esperaban es a ser el que ríe al último. «ajajaaaaa, ¿no que no te hacía yo falta?» Sí, el ser humano es un ser bastante vil. Hasta Clinton lo sabe. Ojalá se aspirase a la experiencia sincera y tomarlo todo como aprendizaje de esta vida, que ni dura mucho ni quisiera que durara tanto. Pero no, solemso clavarnos en «ajá, me hiciste daño, ahora pagas». Gandhiescamente «ojo por ojo y el mundo quedará ciego». Pero no es tan fácil, de nuevo Connie Francis.

La caca de las gaviotas huele a pescado o no esperemos peras del olmo.

Se acabó.

El arte sobrevive a su creador (¿Dios no puede estar muerto porque no somos arte?). Empieza la despedida (que de hecho empezó hace 42)

AAAChúuuuuuuuu…

Todo empieza con un estornudo. Comezón en las cavernas nasales (el tamaño de mi nariz permite que les llame así) y empezar a consumir al por mayor pañuelos desechables. Estornudos estentóreos. Una de las cosas que me disgustaban mucho de mi papá eran sus estornudos. Pude haber sido uno de los pocos niños sanos que murió del corazón a los 10 años gracias a los sobresaltos que me ocasionaban los estornudos de mi padre. Bueno, algo de eso saqué de él. Genética. Estoy en las fronteras del resfrío, debe ser por el clima o porque yo que tanto me enfermaba de ésto, hace ya un buen rato que no me enfermo. Hay que pagar el tributo de peaje existencial a los virus respiratorios. Parafraseando al Rey lagarto, nadie sale ileso de este clima. En un principio pensé que era alergia al trabajo, pero no, ya siento que no. Bueno, ya me traje mi cajita de pañuelos de papel. En el fondo espero que sea una falsa alarma. Y no, no es Influencia Cochina, es simplemente una alerta de resfriado. Usaría vudú para exorcisarlo, pero demostrado queda últimamente que el vudú es ineficaz. Ojalá sea una falsa alarma.

2046 y wong kar wai (Siboneeeey)

Ando como en humor de ver una de Wong Kar Wai. Lamento que esa frase suene snob, pretenciosa, sangrona, pedante, de conductor de canal cultural. Pero en esas ando. En específico quisiera ver una que descubrí en Miami, «2046». No recuerdo bien ni de qué trata, pero sé que me impactó tanto por las imágenes como por la música. Lo que me sorprendió fue por ese medio descubrir que en Hong Kong de los 50’s la música «Pop» en español de entonces era bastante popular. Ya sabes, Mambo y esas cosas. También eran populares los cantantes estadounidenses cantando en español, por ejemplo Nat King Cole o Connie Francis. En 2046 se incluye «Siboney» con esta última. Ando como con ganas de ver esa de Wong Kar Wai.

Como un grumete

Quizás una de las metáforas más acertadas de la vida sea la de navegar. A veces hay vientos favorables, a veces hay calmas que no llevan a ningún lugar, en ocasiones hay tormentas y si tienes mala suerte hasta naufragios. La mayoría de las ocasiones se cree tener un rumbo (ay de ti si no llevas instrumentos o si no sabes leer lo que dicen las estrellas, metafísica aparte), pero es fácil perderse en la vastedad del océano, todo parece igual hacia cualquier lugar. Hay mucho de aventura. Se requiere de pericia y experiencia, pero nada está garantizado. Siempre se espera llegar a buen puerto, sin piratas ni percances en el camino, y a veces se logra ese objetivo. Ok, hoy sueno a Forrest Gump con su maldita caja de chocolates. Pero lo que es el mar, los trenes y la magia son constantes de mi imaginación, y casi siempre les encuentro relación con la vida.

Y la nave va...

Que no quede eso (no sólo una huella)

El desamor en tiempos de la melancolía. Ese labertinto de ratones sin salida. No hay letreros ni señales en ese lugar. Reproches desdichados. Desaparición, un acto de magia que carece de explicación e inspiración. Nadie aplaude en el teatro vacío, y aunque estuviera lleno, a nadie le gusta, los sádicos y los masoquistas están en otro canal. El corazón late acelerado y no hay mapas. ¿Cómo se llega hasta allí? Estabas en el paraíso, de repente se nubla y estás viendo a Dante danzando con Virgilio. ¿Y Beatriz? El quinto infierno, y el combustible es lo que llamas amor. Pero con un carajo, si se llegó se debe conocer el camino de vuelta. Es probable que la clave sea tener disposición. Preferiría no escribir obras maestras si el pago es la distancia y la separación. El amor debe ser el rumbo a retomar.

*Una buena canción que define de manera melancólicamente exacta qué se siente estar en ese lugar que no tiene coordenadas, y adonde sólo llegan los condenados. Sueños de fuga.

Aquí de nuevo

Palabras, arrepentimientos, intentos fallidos, peleas, arrepentimientos y de nuevo en un inicio que es final que es inicio que es final… Hay absurdos en esta vida, el peor (y más común de lo que me imaginaba) es acabar mal con quien se quiere tanto. Alguin una vez me dijo que precisamente por eso se acaba mal. Porque sin querer perder nadie la autonomía, se molesta con el otro por no ceder, y sin embargo se le quiere. Es absurdo. Ya medio había pasado por aquí, pero el fin fue un final aceptado. Es la contradicción la que me pone en funesto humor. Sin propósitos de año nuevo quise ser mejor, y lo que más me motivaba resultó mi principal obstáculo (y creo que pasó lo mismo con ella). Creí tener un rumbo, de repente sin saber cómo (ahora lo sé, después de horas de pensar) se me perdió. Ahora a empezar no sé qué.

De nuevo aquí