Archive for diciembre, 2010
tantán
No hay mal que por bien no venga. Dicen. Y hay cosas que parecen malas, pero que no lo son. La tijera guillotina me alcanzó al fin, pero mentiría si dijera que no la buscaba. Que es bueno para mí, al menos por ahora y en los próximos dos meses. Me sentía como el tiburón en la pecera de sala, o como pigmeo deefensa en la selección de Básquet (como quieran verlo, ambas creo que aplican). De meses para acá ansiaba la salida. Y se me cumplió. No es resignación, simplemente pasa, como las ciruelas viejas. No era el trabajo, era el lugar, la gente. Si regresé a esa oficina fue por el botín que da la antigüedad, si resistí los últimos meses fue por ambición de que me dieran lo ju$to y requirió mucha fuerza de voluntad. Ahora se acaba un capítulo largo y a lo que sigue. Igual aplico la del McCarthur General o del Terminator a medio oxidar (I’ll be back), quizá empiece algo nuevo en otro lado; aún no sé si empiece alguna cosa por mi lado. Sí, estar sin trabajo no deja de tener aunque sea un poquitín de miligramo de miedo o ansiedad, pero hoy digo que es mayor la felicidad. A descansar tres semanas. Muy feliz navidad (y que el 2011 no sea tan pinchemente perro como su predecesor).