Archive for junio, 2015

La caída

Cuando a la pregunta «¿cómo está tu familia?», se la responde con algo como «todos bien, bueno mi mamá (o papá) se cayó hace unas semanas…», y quien la responde es una persona madura, irremediablemente suena a inicio de decadencia para el progenitor o progenitora que fue víctima de la ley de gravitación universal. Eso es lo que yo creo.
Desde que fui niño he sido testigo de esa respuesta entre conocidos y desconocidos, a quienes casualmente se las escucho, como hoy por la mañana, en que caminaba por el parque en mi ejercicio diario y tres mujeres, ninguna menor de 70, conversaban. Una de ellas dijo eso de la caída de su mamá (alguien que sin duda debe tener al menos 85 años) y de que ésta más o menos se estaba ya recuperando.

«Mi papá o mi mamá se cayó hace unos días», es el momento oficial en que los buitres y demás seres carroñero se aposentan en la vida de un anciano, al menos figurativamente. A partir de dicha caída, jamás se vuelven a levantar del todo. Nadie. Pueden volver a caminar, pero algo en ellos sigue y seguirá en el suelo, hasta que sean cenizas o habiten tres metros bajo tierra.

Pueden pasar meses o años en esa antesala al más allá, pero desde la caída nada vuelve a ser igual. Ahí tienes a los viejos que insisten en seguir vivos, usando y abusando de los adelantos médicos, negando que su futuro es en definitivamente mucho más breve que su pasado. Aceptando vampíricamente órganos para sustituir sus podredumbres, consumiendo medicamentos que a alguien con más necesidad pudieran hacerle falta. Y los buitres siguen volando.

A partir de esa caída, algunos familiares del anciano comienzan a hacer cuentas, cálculos de lo que podrían recibir tras el KO final de la parca. A veces hacen visitas corteses para no ser olvidados, otras sólo se limitan a seguir calculando a la distancia, pues no quieren contaminarse del fin próximo. Sienten la muerte tan ajena y lo mejor es estar lejos de ella.

Otros familiares se quedan al lado de los que cayeron, desembolsando en medicamentos y tratamientos, en atenciones y demás, prolongando absurdamente la locura de quien debió haber caído definitivamente y quedarse en la lona renunciando al tiempo extra, que marchita y percude hasta al más lozano.

Sonará cruel lo que digo, en verdad no me importa si es así, simplemente es cierto. ¿De dónde diablos habrá salido la idea de que «es una bendición ser viejo»?

Que Dios no olvide que cuando me toque caer (para lo que no creo que falte mucho), me permita quedarme en el suelo.

junio 18, 2015 at 1:18 pm Deja un comentario


Mobtomas en Facebook

Creative commons

Licencia de Creative Commons
Mobtomas by Mobtomas is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Based on a work at srtaelania.wordpress.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://srtaelania.wordpress.com/.

Únete a otros 3 suscriptores

Archivos

Sitemeter