Archive for noviembre, 2011

.

Perezoso como quien diseñó la bandera de Japón, sin ansias de querer nada, con el cansancio atado como ancla que me arrastra al fondo del barril existencial, escribo con desgana de granada sin granos, escribo como si respirara bajo el agua, vomitando absurdos en el blanco de una pantalla que no me asombra, el sol no me calienta y mucho menos lo hace tu recuerdo, frío como el extremo norte o como el sur azul, indiferente con la gente, mudo con el mundo, dejado como el vestido de novia usado, un autobus incendiado a la mitad del desierto, desisto hasta de lo que no he iniciado, renunciado a cualquier religión, vaciado de los antiguos vicios, esto sabe a las últimas páginas de un libro, cuando quedan pocas hojas para llegar a la tercera de forros. Desde el palo mayor el vigía tuerto tiene a la vista el punto final. Hora de dejarse levar por la corriente que no tiene nada de especial.

fin

noviembre 25, 2011 at 11:10 pm Deja un comentario

memoria sin sentido

Recuerdo una infancia feliz, en general creo que mi vida ha sido feliz, ojalá así sea hasta su último día. Raro que recuerde no mi infancia sino una canción que hace mucho no escuchaba. Rivers of Babylon,

cantada por un grupo de POP europea, conformado por antillanos (albores de la globalización) que fue un gran éxito en su momento, no sé si en EEUU, pero al menos a México sí llegó fuerte (desde Alemania, cuando eran dos, pero ésto venía por supuesto del lado capitalista). Eran los tiempos de los discos de 45 rpm, del estéroe maleta verde, con radio incluido. Si no me equivoco La pantera en el 590 de A.M. se encargaba de transmitir rock, alguna otra estación pondría el POP, a estos Boney M, de quienes compramos en mi casa el sencillo Ruso-influenciado de Rasputín (ajá, el monje misterioso dio pie a otro éxtito de ese grupo).
Esos discos seconseguían en Mercado de Discos, creo que por allá por Avenida Tacuba, o en Eje Central, aunque sospecho que en 1978 aún no era ‘eje’. A veces sueño que voy a ese lugar lejano acompañando a mi madre a comprarme el útlimo capricho musical. Que igual no fui yo, quizá mi mamá lo quería, pero yo la apoyaba, lo compraba ella y lo oía yo, también mis hermanos. Recuerdo el disco, de funda amarilla con cuatro negros en la portada (tres mujeres y un hombre de enchinado cabello). Música disco hablando de un monje asesinado que tuvo que ver con la Alejandra del Nicolás, pares de una Anastasia, zares caídos en desgracia (algo tuvo que ver Rasputín en ese ajo).

Da miedo la memoria, que detone cosas así de la nada, que evocan más que sucesos, sentimientos, emociones, lugares. Y tentado me veo a caer en la idiotez generalizada de idealizar la infancia. En fin.
También recuerdo Ma Baker (una asaltabancos) lejanamente. Sonidos de hace mucho tiempo.

Sin ambargo la que brinda algo de paz es Rivers of Babylon…

noviembre 18, 2011 at 11:40 pm Deja un comentario

Ya

Pérdidas de tiempo aparente, aprendizajes no deseados, pero adquiridos, a la fuerza, con violencia y tras varios golpes contra muros en callejones sin salida, sin sentido, sin sazón ni razón. Así pasa que se va la arena y nada queda, mas que mucha experiencia, que por fin fue adquirida cuando ya es demasiado tarde, cuando ya no sirve para nada, en la última bocanada. Hay que salir por la puerta escondida, antes de que caiga el telón. No sé para qué, el único espectador era un juez y es el autor.

noviembre 15, 2011 at 9:30 pm Deja un comentario


Mobtomas en Facebook

Creative commons

Licencia de Creative Commons
Mobtomas by Mobtomas is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Based on a work at srtaelania.wordpress.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://srtaelania.wordpress.com/.

Únete a otros 3 suscriptores

Archivos

Sitemeter