lleno de pendejaditas

Conducto de agua roto en en lavabo del baño. Fuga de agua. Camino al trabajo dos veces a punto de tener accidentes en el auto. El gato se metió anoche al cuarto de herramientas y decidió marcar su teritorio. Todo esto había pasado antes de las 7 am. Tengo mucho trabajo y me siento cansado. Definitivamente no es el mejor de mis días, aunque dista mucho de ser el peor.

Bien y de buenas

Así las cosas. Raro que yo lo diga. Del gris constante a una alegría extraña. tengo más cosas que agradecer que las que tengo para quejarme. Hay que mirar bien, mis gafas constantes de lejos debo tenerlas cerca. Y diré sólo Gracias (dedicadas a una gran persona)

La gente decente

La gente decente brincando saludando festejando celebrando la etiqueta que por accidente geográfico se les puso. La gente decente clamando paz pero dando estocadas en la espalda de quien se deje mientras una sonrisa colgate les cuelga de la cara. La gente decente ignorando que maten a los demás, sepultura y lágrima, plañideras de paga. La gente decente aspirando al carro de al año, a la ropa de moda y al tema del día, vacía vacía. «Ewwww», dice la gente podrida nacionalista que ambiciona ser parte de un país más potente. La gente decente se saluda siempre, se trata entre sí cono si fueran grandes amigos de muchos años, aunque sean prácticaqmente desconocidos, se dan grandes muestras de afecto y se abandonan en el momento de mayor necesidad. La gente decente tan elegante que deja los WCs tan maculados como su marrana religión. La gente decente saluda y convive, es alegre y sólo le importa la superfice. La gente decente que mi indecencia deplora. Yo tampoco soy perfecto.

a milímetros de la indiferencia

De las muchas cosas que no entiendo sobresale el porqué la gente se aferra a la vida. De hecho no entiendo muchas veces por qué sigo yo vivo. Debe ser el temor que no adelantarse uno a su momento, a dar ese paso que no tiene regreso. A que duela irse. No entiendo cómo gente enferma que no es ni un trazo de lo que que fue, siga con esperanzas de vivir, cuando por salud o falta de ella, han sido disminuidos y no hay en absoluto esperanza de llegar a tener una vida normal, o de plano una vida. No entiendo la culpa que nos hace encadenarnos a cosas en las que no creemos, a gente que nos daña o a actos que van en nuestra contra. No entiendo a la gente. No me entiendo. Cada día envejezco más y entiendo menos. Mi paciencia nunca fue mucha, igual hoy es un mal día, pero los de este tipo se están volviendo tan comunes últimamente.